jueves, 8 de enero de 2009

Todavía...

Es dificil no verte, no hablarte, no oirte y más aún, no dejar de pensarte.
Pues cada segundo que pasa te extraño más y a cualquier lugar al que vaya, veo o escucho algo que me hace recordarte e incluso sentirte cerca.
Intento ser fuerte e ignorar tu presencia en mis pensamientos y en mis sueños más profundos.
Sueño contigo, me pierdo contigo, vivo y muero por ti.
Recuerdo nuestras tardes llenas de risas, de alegría y también las tardes en las que compartíamos nuestras desdichas y te recostabas entre mis brazos para derramar aquellas lágrimas llenas de nostalgia, desesperación y sufrimiento y yo te secaba una a una con mi mano intentando hacerlo suave para no lastimarte. Recuerdo que muchas veces mis palabras llenas de amor te hacían llorar de alegría y recuerdo muchas otras en las que tus palabras me hacían llorar pues aquello no parecía real...parecía un sueño.
Llegaba la noche y te ibas a descansar, pero no llegabas a tu casa a dormir, sino a hablarme de nuevo a mi, después de haber pasado todo el día juntos no nos era suficiente pues queríamos más. Ya fuera por teléfono o internet durabamos horas hablando y no me importaba lo que tuviera que hacer, lo dejaba para después y tú también.
En muy poco tiempo te convertiste en una de mis prioridades, en muy poco tiempo te volviste dueño de mis verdades, en muy poco tiempo reinaste en mis pensamientos, en mis sentimientos y poco a poco hiciste renacer en mi aquel sentimiento que suelen llamar amor, con tus besos, tus abrazos, tus sonrisas, tu risa, tus palabras, tus detalles...
Yo sabía que lo nuestro no duraría mucho tiempo, pues en tu mente aún estaba la sombra de alguien más...alguien que no te supo valorar pero que tu creías amar...
Te acompañé, me enamoré...
Siempre me pediste que no te quisiera, hasta que un día me dijiste que me querías, entonces...entonces lo tenía todo, pues deseaba que debido a mi cariño, a mi compañía, poco a poco me quisieras y así fue. Te encariñaste conmigo tanto como yo contigo, nos extrañabamos, nos necesitabamos...
Pero un día ella volvió, volvió y te pedí que lo intentaras, que no perdías nada y así fue...te dejé ir, y aún espero a que regreses como la madre que acaba de enseñar a volar a su hijo espera con los brazos abiertos a que regrese al nido.
Deseo que seas tan feliz como creo que pudieras ser y en verdad espero que no sufras más, solo mereces felicidad, amor, comprensión, compañía, oídos que te escuchen cuando quieras hablar, boca que te hable cuando quieras escuchar, labios cuando quieras besar, manos que te toquen, te acaricien y te sequen las lágrimas que derramas cuando estás lleno de tristeza o felicidad, hombros que te sostengan cuando estés apunto de caer, palabras que te impulsen a continuar...
No importa cuanto tiempo pase, puedo estar una eternidad esperandote...

sábado, 3 de enero de 2009

Como un árbol en otoño

Me siento como un árbol en pleno otoño, veo que mis hojas cambian de color y que cada vez se alejan más de mi, se separan, me dejan, me olvidan, se esparcen pero aún así siguen a mis pies.
Siento como si tu fueras el frío viento que se cuela entre mis ramas y hace secar mis hojas, disfruto sentirte cerca, pero cada vez que te tengo a mi lado y por un momento te alejas haces que renazcan todas mis penas que por un tiempo estuvieron olvidadas.
Te vas y mis hojas pierden su color, su textura, incluso su sabor, su olor, su sentido. Ya no bailan cuando llega el viento, pues el viento ya no eres tú.
Me dejaste y preferiste ser agua para irte con el mar. Y ahora preferiría dejar de ser árbol que juró esperar a que volvieras a ser viento y yo empezar a ser mar y que con cada gota de tu agua pudieras en mi formar un oceano de amor.
¿Por qué prefieres ser agua si siendo viento tienes más libertad? ¿Por qué no seguir siendo mi viento a quien permito que aunque haga frío acaricie mis hojas y las haga temblar?
Escucha mi grito aire mío y ayudame a respirar, pues sin ti no vivo, no quiero vivir más.
No quiero sentir mis hojas rozar mis pies y que con cada falso soplo de aire lloren por no verte más, no quiero sentir más viento si el viento no eres tú, no quiero sentir más lluvia si la lluvia no eres tú.
No quiero amar a nadie si a quien he de amar no eres tú.